Como reinas
Durante todos los días que han pasado de esta semana me he levantado temprano, como a las 9 de la mañana, algo fuera de mi rutina habitual, que es despertar al mediodía; y como a esa hora no está aún el almuerzo, sentí la necesidad de desayunar, pero hacerlo como manda el viejo y conocido refrán de las dietas “desayunar como reina (almorzar como princesa y cenar como mendiga)”.
Y en el intento de cumplir con ese mandamiento, se me ha antojado ir de nuevo al restaurante Social del Hotel Hilton, en el que la semana pasada desayuné con mi madre y unas amigas en homenaje al día de la madre. La experiencia fue grata y muy gourmet, los desayunos buffet son, en una sola palabra, extraordinarios.
Desde que entramos al salón hasta que nos fuimos, el servicio obtuvo de nota un veinte. Mi madre y yo comenzamos por pedir un juguito de naranja y un café cargado, queríamos probar de todo, así que vino lo más pesado: unos chicharrones con camote frito y salsa criolla acompañado de un “peruano-huancaíno”, que era huevo escalfado sobre hash brown de papas nativas y una suave huancaína encima, una crema que careció de picor y textura, en mi opinión.
Luego de nuestra primera ronda, decidimos probar todos los panecillos caseros, y de los sánguches petit que comimos del carrito, puedo recomendar el pan de papa y el de frutos secos (los que más me gustaron). Los acompañé con un jugo de la lista llamado Inca Smothie, hecho de lúcuma, claras de huevo, algarrobina, malta, maca y quinua; en conclusión, super power, pero nada comparado con lo que vino después.
Y como mi intención es comer sano (no se burlen), pedí el “ligero y saludable” que constaba de huevos escalfados, salmón ahumado y tostadas integrales hechas en casa, que tiene que ser armado mismo pincho español para que se pueda dar fe de que en la sencillez está el gusto.
Les invite un poco a mi mamá y a la madre de mi amiga F, las que quedaron encantadas; y aunque dijeron que ya estaban llenas hasta la saciedad, para eso si hubo espacio en sus estómagos, así que pidieron lo mismo para cada una.
CORAZÓN CONTENTO
La mamá de mi amiga F desde un principio pidió la tostada francesa de la casa, un postre que tenía buena pinta apenas lo vi, y en boca, era mucho mejor. No podía despedirme del buffet-desayuno sin probar ese postre, como comprenderán.
El primer bocado fue un impacto, la tostada aún tibia era, en resumen, una fragancia de canela; la compota de saúco era la semifinal esperada, los trozos de fresa y aguaymanto, daban pie a continuar disfrutándolo; el centro estaba relleno de queso mascarpone, esa era la sorpresa; mientras que la miel de maple,que esperaba en un recipiente, cumplió su misión al empapar la última parte de la tostada.
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*Elizabeth Zamora es Fundadora del blog Reportera y Repostera – Periodista de gastronomía (diario y radio). Mi trabajo es comer de todo, pero no me envidies ,estoy gorda Confieso que tengo un serio amor por lo dulce, hasta el punto que de niña pensé en preparar postres y vivir de eso. Ahora quiero ser «reportera y repostera». Actualmente estoy a cargo de un suplemento de gastronomía que sale todos los jueves a través de un diario nacional.