Nagoya: Un giro en lo tradicional

Como buenos amantes de la comida japonesa nikkei, teníamos pendiente visitar el restaurante Nagoya, del cual nos habían llegado muy buenos comentarios. El local se encuentra justo pasando el centro comercial Patio Panorama, es muy fácil encontrarlo ya que es un restaurante que está en el primer piso de un gran edificio.

Dato curioso: se decidió seguir ese diseño ya que su dueño, Meicol Teng se inspiró en un restaurante de comida internacional en el que trabajó por muchos años que quedaba en la planta baja de un hotel en Japón. Aquí fue donde aprendió todo sobre la gestión de un restaurante.

Para empezar con nuestra experiencia llegaron los cocteles. Ya que algunos de nosotros íbamos a manejar, probamos 2 sin alcohol y 2 cocteles con sake. El primero fue el»Pinku Jinja» que llevaba toronja, miel de maple, jarabe de kion y agua con gas, y el segundo fue el «Ocha Kunsei» con té negro, maracuyá , naranja y jarabe de kion. Pasando a los cocteles con alcohol, probamos el «Sakura» que lleva azahar, pisco, toronja, amaro lucano, umeshu y agua gasificada así como también el «Aka to Midori» con infusión de Stolichnaya con frutos rojos, sake, maracuyá, arándanos, té verde, jarabe de hibiscus y cherry bitters. Un giro genial para probar el famoso «sake».

La tabla de sashimi nos parece infaltable, especialmente si estás yendo en grupo grande para que todos puedan probar diferentes cortes que ofrece Nagoya.

Una de las grandes sorpresas del día fue este Pan Bao con chanchito agridulce que nos dejó con ganas de comer más. En la carta encontramos la versión de pan bao con atún y con carne de res, los cuales de todas maneras probaremos en una segunda visita, pero realmente no pueden dejar de recomendarles el de chanchito, es un MUST!

Otra muy buena sorpresa que nunca habíamos comido antes fueron estos «rocotitos rellenos al tempura». Rellenos de cerdo y queso de cabra sobre una salsa especial. Personalmente no soy la más fanática del queso de cabra pero este plato me encantó y me hizo apreciar mucho la creatividad en la cocina de Nagoya.

Pasando a los makis, pueden encontrar mucha variedad en la carta del restaurante pero esta vez probamos en «Magno Roll». Está relleno de ebi furai, palta,  y lleva encima tartar de pescado y pulpo flameado. Definitivamente 20 puntos para este maki.

El siguiente plato fueron unas láminas de pulpo a la parrilla con aceite parrillero, sal de maras y chimichurri. Un plato fresco y delicioso, super opción para los que les encanta el pulpo.

Llegamos a los platos de fondo y empezamos con el Batayaki Thai, que  llevaba champiñones, mariscos, verduritas y una salsita especial. Un plato suave, perfecto para compartir.

Luego llegaron las increíbles «Costillas Nikkei». Ribs cocinadas por hoooooras para que puedas cortarlas sin necesidad de cuchillo, como si fuera un pedazo de mantequilla. Este plato se terminó en un segundo!! Fue un éxito rotundo en nuestra mesa. Venía acompañado de una crema y verduritas orientales.

Finalmente, para terminar con los platos de fondo probamos el «Yakimeshi de cerdo agridulce» que llevaba una sábana de tortilla de huevo en su punto preciso. Muy recomendado!

Como siempre queda espacio para el postre nos invitaron a degustar dos postres al estilo Japones, totalmente nuevos para nosotros. El primero fue un trío de mochis japoneses rellenos de helado de kion, té verde y lychee. Este postre definitivamente es para aquellos que no tienen miedo de probar nuevos sabores.

El segundo postre era una pequeña obra de arte. Se llama «Bonsai» y consta de panacotta de té verde con coulis de berries al sake y puré de mango.

Finalmente terminamos con nuestro favorito que fue el «Choconache», torta de chocolate orgánico con crema de nutella y helado de vainilla. Este postre fue un éxito inmediato, de esos platos que ni bien llegan a la mesa desaparecen.

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