Probando la nueva carta de El Olivar

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Hace unos días fuimos a probar la nueva carta de El Olivar, el restaurante del hotel Sonesta en San Isidro. La nueva carta es bastante variada, hay opciones de comida peruana, pastas y parrillas. Además de contar con bastante opciones de sopas, cremas y ensaladas.

Nos recibieron con una canasta de pancitos variados. Estaban calientitos y muy ricos.

Empezamos nuestro almuerzo pidiendo las bebidas. Escogimos un maracuyá y durazno frozen.

Revisando las entradas, el Ceviche de calamar en causa de camote y chalaca nos llamó la atención. El calamar estaba crocante y el picante del ceviche estaba en su punto. El plato, a pesar de estar dentro de las entradas, era bastante contundente por lo que resultaba ideal para picar entre varias personas.

Luego, decidimos probar el Carpaccio de lomo e higos con costra de pan de especies. Venía con un queso crema encima que le daba un toque salado que combinaba muy bien con el dulce de los higos.

Para los fondos, optamos por dos opciones: una pasta y uno de los más pedidos de la carta. De las pastas, los elegidos fueron los ravioles de alcachofa. Estos ravioles están rellenos de queso de cabra al ragú de tomates cherry confitados con perfume de aceite de trufa y albahaca. Para nosotras, fue una de las estrellas de toda la experiencia.

No podíamos dejar de probar el lomo saltado por todos los buenos comentarios que habíamos escuchado de él. Nos contaron que es uno de los más pedidos de la carta. Definitivamente le damos 100 puntos. La carne estaba bastante jugosa y las papas crocantes. De nuevo un plato bastante contundente, ideal para compartir.

Como siempre, no podíamos dejar de probar un postre. Elegimos el pie de pecanas con helado de vainilla. Era una tarta rellena de pecanas amelcochadas buenísima.

Quedamos felices con todo lo que probamos. Además, nos quedamos gratamente sorprendidas con el tamaño de los platos. Sirven porciones contundentes que te garantizamos, te dejarán satisfecho. El lugar es bastante tranquilo, lo recomendamos para reuniones de trabajo y por la linda vista al parque, sería una genial opción para una cena romántica también.