Kañete: Originalidad peruana
Desde que entre al local quede fascinada con el ambiente y la decoración. Las paredes pintadas representando las distintas regiones del Perú que dieron origen e influyeron en los platos que hoy podemos probar en Kañete. El restaurante está ubicado en una antigua fabrica de zapatos y han utilizado los restos para decorar de manera vintage y reciclar algunas de las cosas que se dejaron.
Su reconocido chef, Israel Laura, utiliza insumos peruanos frescos y de alta calidad en platos dónde no los imaginarías, en eso se basa su originalidad.
Por ejemplo, uno de sus platos insignia es el Ceviche Kañete, el cual se hace con pesca sostenible de bonito, un pescado poco común para preparar ceviche y lo sirve con Patacones en vez de camote. Mezcla insumos de diferentes regiones para darle el toque especial que sorprende a cualquier comensal.
Otro de los platos que no pueden dejar de probar es el Patito Kañete. En el Perú, nos explicaba Israel, estamos acostumbrados a comer pato solo en el Arroz con Pato. El rompe con este esquema y lo utiliza en varias de sus creaciones. Este en particular es un pato cocinado en dos tiempos: chicharrón y magret, acompañado de un arroz con zarza oriental y chaufa blanco… ¡Espéctacular!
Además, pudimos probar el pato en sus Sorpresitas de Pato, un piqueo que estoy segura no encontrarán en otro restaurante. Unas masitas orientales llamadas Dumplings rellenas de pato cocido en cerveza negra y acompañado de encurtido loche y puré. La sensación en la boca es una textura suave, la carne se deshace en la boca y el loche le da un toque dulce. Tienen que probar este piqueo.
Otra de nuestras sorpresas fueron los Rollitos Selváticos, los cuales simulan ser un Rollito Primavera pero con insumos de la selva. Masa Wan, rellena de plátano chancado con chorizo de la selva y servido con salsa de cocona. Israel, una vez más nos sorprendiste con tu capacidad para transformar de manera única un plato internacional con insumos peruanos que lo vuelven mucho más exquisito.
Para finalizar, no podía faltar el postre. Probamos un bizcocho de chocolate con el interior fundido, acompañado con helado granizado de fruta de la temporada. El punto final para un almuerzo impecable.
